De la redacción
El Buen Tono
Región.- A pesar de la reciente aprobación de la ley contra la violencia vicaria en el Congreso de Veracruz, con 36 votos a favor, organizaciones y colectivos feministas denunciaron una evidente falta de voluntad política para implementar medidas efectivas que garanticen la seguridad y los derechos de las mujeres.
Luz María Reyes Huerta, integrante del Colectivo Marea Verde de las Altas Montañas, señaló que, aunque existen leyes, su aplicación sigue siendo insuficiente y refleja una deuda histórica del Estado con las mujeres.
“Lo que hay es una falta de voluntad política para cambiar la mentalidad que ellos tienen. Los diputados llegan al cargo, pero no llegan con una perspectiva de género”, afirmó.
Subrayó que hay desconexión entre los legisladores y las urgentes necesidades de las mujeres que enfrentan violencia vicaria, feminicidios y hay otros tipos de agresiones, cuyos casos suelen quedar atrapados en procesos judiciales lentos e ineficientes.
Aunque la Ley Federal contra la Violencia Vicaria cumple casi tres años, Veracruz se ha quedado rezagado en su implementación. “Las prioridades son otras”, lamentó Reyes Huerta, quien destacó que la presión de colectivos y madres víctimas de esta problemática ha sido fundamental para lograr avances legislativos. “Como siempre, las mujeres hemos tenido que empujar para hacer realidad esta ley”.
La violencia contra las mujeres en Veracruz sigue en aumento, y el sistema de justicia no ha sido capaz de responder de manera oportuna. Los feminicidios, las violencias vicarias y otras formas de agresión persisten, mientras que los procesos judiciales se caracterizan por su lentitud y falta de sensibilidad hacia las víctimas.
“Sin duda hay una deuda que tiene el Estado con las mujeres. A pesar de que hay leyes, estas no se aplican. Lo vemos en todas las violencias: en la vicaria, en los feminicidios, y en las otras violencias que enfrentan las mujeres con procesos muy tardados y dilatorios en juzgados y fiscalías”, denunció Reyes Huerta.
Más allá de la legislación, las activistas insisten en la necesidad de implementar políticas educativas que aborden el problema desde sus raíces.
“Lo que tendríamos que hacer a largo plazo es ir implementando políticas educativas, porque los que no entienden son los varones, los agresores”, explicó Reyes Huerta.
