Córdoba.- La falta de valores y la globalización, han provocado la descomposición social que se traduce en hechos de violencia en todo el mundo, por lo que la Iglesia Católica mantiene una jornada de oración por la paz, confió el obispo de la Diócesis de Orizaba, Francisco Eduardo Cervantes Merino.
“El problema de la violencia es algo que nos aqueja a todos los humanos en las diversas estructuras, este problema de Siria y Francia es complejo por la estructura de los países del Medio Oriente que viven desde hace muchos años con conflicto por cuestiones étnicas y se agudiza por los intereses que están en juego, se desarrolla en esos grupos radicales que en nombre de Dios están provocando la guerra queriendo un Gobierno que se impone hacia los demás”, expuso el Obispo de Orizaba.
Dijo que de acuerdo al Papa Francisco, esto —el ataque entre Francia y Siria—, se vive como un tipo de Tercera Guerra Mundial, pero vivimos en un mundo globalizado, sin embargo, reiteró que confían en el diálogo, el perdón y la paz, lamentando que la sociedad ha perdido el sentido del perdón, por lo que la Iglesia Católica siempre buscará la reconciliación, la solidaridad y la paz.
Lamentó que en todo el mundo haya una violencia deshumanizada, “es el corazón de la persona que está afectada por el pecado y el mal que genera la violencia, debemos romper esas cadenas, por eso nuestra Iglesia viene pidiendo por la paz en México y en todo el mundo, pero debemos tener actitudes de paz y de misericordia”.
Así se manifestó el obispo Eduardo Cervantes Merino, quien sostuvo una reunión con sacerdotes de la Diócesis de Córdoba y el obispo Eduardo Porfirio Patiño Leal, para meditar sobre el Año de la Misericordia que se avecina.