Alejandro Aguilar
El Buen Tono
Región.- En los municipios de las Altas Montañas, una parte importante de la población enfrenta una barrera significativa para acceder a servicios básicos: la falta de traductores de lengua de señas en los Sistemas para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
A pesar de que la entidad cuenta con una población considerable con discapacidad auditiva, los organismos sostienen que no han sido necesarios.
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, esta situación es particularmente preocupante, ya que la lengua de señas es la lengua natural de las personas con discapacidad auditiva. La falta de traductores calificados impide que estas personas puedan comunicarse de manera efectiva con los funcionarios y personal de los DIF en el acceso a los servicios públicos, lo que puede generar exclusiones y discriminaciones.