Por Andrés Timoteo / columnista
FALLIDO ‘PINOCHETAZO’
Por cierto, hablando de los parientes o allegados, estos son los protagonistas de una guerra interna en el partido Morena y el fin de semana fueron protagonistas de un intento de ‘pinochetazo’ -expresión que significa la destitución del cargo, en referencia al golpe de Estado perpetrado en Chile por el general Augusto Pinochet en Chile contra el presidente Salvador Allende en 1973- y su contrataque por la dirigencia estatal.
Como se recordará, hace un par de semanas en una asamblea del Consejo Nacional de Morena fue designado el orizabeño Hugo Alberto Martínez Lino como delegado en Veracruz con funciones de presidente del Comité Directivo Estatal. Martínez Lino es cercano a Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien antes de ser delegado del Bienestar era el dirigente estatal del partido.
Pues bien, el nombramiento de Martínez Lino no es aceptado por grupos locales que están identificados con personajes del Gobierno Estatal y éstos son liderados por quien funge como secretario general del partido, Gonzalo Vicencio Flores, el esposo de la secretaria del Trabajo, Guadalupe Argüelles, la nepotista.
Vicencio Flores, con apoyo de Palacio de Gobierno, convocó el fin de semana a una asamblea estatal a fin de desconocer a Martínez Lino y para que él fuera nombrado dirigente sustituto, aunque la maniobra no le resultó porque horas antes de dicha asamblea el delegado del CEN giró una circular en la que informaba sobre la invalidez del encuentro.
Los que asistieron al mismo fueron pocos y aunque rechazaron la dirigencia de Martínez Lino, no se logró el efecto esperado para iniciar su destitución. Todo quedó en una escaramuza para sacarlo de la dirigencia estatal, aunque no será la última.
De acuerdo con lo que ha trascendido, en Palacio de Gobierno no están conformes con que la dirigencia estatal de Morena siga siendo manipulada por Huerta Ladrón de Guevara, quien se ha erigido como una contrapartida en el ejercicio de poder del Mandatario en turno, por lo que se espera que el pleito partidista escale de nivel y llegue a los órganos sancionadores de Comité Ejecutivo Nacional.
Para nadie es un secreto que actualmente hay tres grupos al interior de Morena en Veracruz que disputan el control político no solo del partido sino del Gobierno mismo en funciones. Estos los encabezan el mandatario Cuitláhuac García, la senadora zacatecana Rocío Nahle y el delegado del Bienestar, Manuel Huerta, y los tres están en franca confrontación.
De hecho, Huerta Ladrón de Guevara estaría detrás de los diputados locales que recientemente fracturaron la bancada marrón en el Congreso Local y provocaron el riesgo de que ésta perdiera la mayoría parlamentaria. A él se le atribuye la división legislativa y por eso el fin de semana desde Palacio de Gobierno buscaron devolverle el favor al desestabilizarle la dirigencia estatal del partido que todavía controla.
También se ha dicho que los dos últimos personajes, Huerta y Nahle, tienen un objetivo que en términos propios puede describirse como “caníbal” pues pretenden hacer fracasar al Gobierno Estatal sin importar que el daño sea para el proyecto de corte nacional llevado por el propio Andrés Manuel López Obrador, ¿será?.
¿MÉXICO LIBRE O CUBA LIBRE?
El sábado pasado estuvo en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, la fallida candidata presidencial, Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del expresidente -aún panista- Felipe Calderón Hinojosa, para promocionar su asociación “México Libre” la cual está en proceso para convertirse en partido político formal.
Los burlones en las redes sociales aseguran que en lugar de “México Libre” ese partido debería llamarse “Cuba Libre”, no por el País caribeño sino por la clásica bebida alcohólica dado que el personaje que está detrás del proyecto es su esposo, Felipe Calderón, un beodo sin remedio tan amante de esos cocteles.
Fuera de lo cómico, es un insulto para los mexicanos que el matrimonio Calderón Zavala pretenda hacerse de un nuevo negocio partidista pese al daño que le han hecho a la nación. Ambos encabezaron un Gobierno sangriento que dejó 100 mil muertos – incluyendo a los 49 niños quemados de la Guardería ABC de Sonora, que operaba un familiar de Margarita Zavala- y miles de desaparecidos. Ellos deberían ser juzgados por crímenes de Lesa Humanidad, no estar vigentes en la vida política del País, ni mucho menos premiarlos con un partido propio.
Por cierto, la otra perla del asunto es el coordinador de “México Libre” en Veracruz, el exdiputado Alejandro Cossío Hernández, expanista del grupo de Alejandro Vázquez Cuevas -que fundó hace años el llamado “PAN Rojo”. Cossío además fue durante los gobiernos del innombrable y de Javier Duarte proveedor del Gobierno del Estado. De hecho, reclama 70 millones de pesos que le quedaron a deber esos exgobernantes.
Lo más raro del caso es que Cossío Hernández de unos meses a la fecha ha sido identificado con Morena y el Gobierno Estatal, al cual se sumaría en un cargo intermedio según las versiones, pero de repente aparece al lado de la expanista Zavala de Calderón. Vaya que son extrañas, o más bien sospechosas, tales adhesiones.