De la Redacción
El Buen Tono
Coscomatepec.- Julio Salinas de Galán, sacerdote originario de este municipio, y reconocido en la parroquia de Santa Rosa de Lima, en San Andrés Tuxtla, falleció a causa de complicaciones de salud.
Voceros diocesanos, en nombre del obispo, José Luis Canto Sosa, y del presbítero Erasmo Molina, dieron a conocer la información.
Indicaron que el lunes, a las 14:00 horas, se ofició la misa exequial por el descanso eterno del padre.
Posteriormente trasladaron su cuerpo al municipio para su sepultura.
Explicaron que se encontraba conectado a un ventilador artificial, pero no logró superar la batalla contra la enfermedad, dejando un vacío en la comunidad religiosa y en quienes lo conocieron.
El padre Julio dejó un legado de servicio y compromiso pastoral en la región. Durante años, dedicó su vida al servicio de Dios y de su comunidad, guiando a los fieles en su camino espiritual y siendo un ejemplo de amor y compasión para los que lo rodeaban.
Luto
En Tomatlán reportaron la partida del padre Ramiro Fitta Cárdenas, un hombre que dejó huella en la vida espiritual local.
Lo recuerdan por sus sermones motivadores, siempre alentaba a los jóvenes para perseguir sus metas espirituales con fervor y dedicación, ganándose el cariño y el respeto de la comunidad.
Sus misas, cargadas de emotividad y sinceridad, dejaron una marca indeleble en los corazones de quienes lo conocieron en vida.
Siempre dispuesto a brindar consuelo y apoyo a quienes lo necesitaban, el padre Ramiro se destacó por su compasión y su amor incondicional hacia el prójimo.
Entre sus sermones, una frase se volvió emblemática: “Y ahora, ¿quién sigue?”. Esta pregunta, cargada de significado, reflejaba su profundo compromiso con la comunidad y su deseo de continuar con la obra de Dios en la tierra.
