El científico italiano Sammy Basso, quien dedicó su vida a visibilizar y estudiar la progeria, una enfermedad genética extremadamente rara que provoca un envejecimiento prematuro, falleció inesperadamente a los 28 años de edad. La noticia fue compartida en sus redes sociales por la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso, la cual él mismo fundó.
“Hoy nuestra luz, nuestro guía, se ha apagado. Gracias, Sammy, por habernos hecho partícipes de esta vida maravillosa”, expresó la asociación en un emotivo comunicado, recordando la valentía y el legado de este joven que no solo vivió con la enfermedad, sino que dedicó sus años a investigarla y sensibilizar al mundo sobre su existencia.
Basso falleció en un restaurante de Treviso, en la región de Véneto, mientras cenaba, pocos días después de regresar de un viaje a China, según reportan medios locales. Desde su diagnóstico a los dos años con progeria de Hutchinson-Gilford, una enfermedad que afecta a solo 1 de cada 20 millones de personas, Sammy mostró una increíble determinación al enfocarse en la ciencia y la investigación.
Graduado en Ciencias Naturales en la Universidad de Padua, Basso presentó una tesis sobre posibles terapias para frenar el avance de la progeria. Además de su carrera académica, fundó la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso en 2005, cuando aún era un niño, con el objetivo de recaudar fondos para la investigación científica y divulgar información sobre su enfermedad.
Sammy alcanzó notoriedad internacional a través de apariciones en medios y documentales, destacando su participación en un programa de National Geographic, donde compartió su experiencia viajando por Estados Unidos. En 2019, fue sometido a una cirugía pionera en la arteria aorta, convirtiéndose en el primer paciente con progeria en someterse a tal operación. Su valentía y logros fueron reconocidos en 2019, cuando el presidente de Italia, Sergio Mattarella, lo nombró caballero de la Orden del Mérito.
La ministra italiana para la Discapacidad, Alessandra Locatelli, rindió homenaje a Basso, destacando su “valentía y determinación” para dar a conocer al mundo su enfermedad, y hacerlo con una fuerza y esperanza que sirvió de inspiración a muchos.
Sammy Basso deja un legado de lucha, ciencia y esperanza que seguirá vivo a través de la investigación y las generaciones futuras.
