El 9 de mayo, el icónico cineasta Roger Corman falleció en su hogar de Santa Mónica, California, a la edad de 98 años, rodeado de su familia. Con una carrera que abarcó décadas, Corman dejó un legado imborrable en la industria cinematográfica, desafiando las convenciones de Hollywood y produciendo cientos de películas de bajo presupuesto que se convirtieron en clásicos del cine de género.
Conocido como el Rey del Cine B, Corman fue un visionario que descubrió y cultivó el talento de futuras estrellas de la industria como Jack Nicholson, Martin Scorsese y Robert De Niro. Su enfoque revolucionario y su espíritu iconoclasta capturaron el espíritu de una época y dejaron una marca indeleble en el mundo del cine.
A lo largo de su carrera, Corman desafió constantemente las normas de la industria y abogó por la diversidad y la inclusión en el cine. Fue elogiado por su disposición a contratar mujeres en puestos ejecutivos y creativos clave, así como por darles roles importantes en sus películas.
Además de su impacto en la industria del cine, Corman también fue un defensor apasionado del arte cinematográfico como una forma de expresión moderna. Su enfoque pragmático y visionario le valió el respeto y la admiración de sus colegas y seguidores.
Roger Corman deja atrás a su esposa, la productora Julie Corman, y sus hijas, Catherine y Mary. Su espíritu pionero y su pasión por el cine seguirán inspirando a futuros cineastas y aficionados al cine en todo el mundo. Que descanse en paz, el Rey del Cine B, un verdadero titán de la industria cinematográfica.