Cd. Mendoza.- A pesar de que desde hace más de cinco años en el cerro de La Cuesta se detectó una falla geológica y del riesgo que esto representa, al menos 20 familias que son vulnerables a derrumbes y deslaves se niegan a ser reubicadas, reconocieron pobladores del lugar.
Tras los recientes derrumbes originados por las lluvias del Huracán Katia, uno a la altura del manantial conocido como Las Moras y otro en el camino a La Cuesta, los habitantes manifestaron que al no tener otro predio en donde habitar, de cierta forma se han acostumbrado a vivir en la expectativa de cualquier daño a sus viviendas, en cada temporada de lluvias.
Recordaron que hace más de cinco años en la Administración de Dulce María Romero Aquino, un grupo de geólogos detectó la existencia de una falla geológica en la montaña y les explicaron que existe agua en el interior de la misma, y que al no encontrar una salida lo hace a través de los deslaves, mismos que causan problemas y riesgo a los habitantes.
Resaltaron que desde esa fecha, las administraciones municipales han entablado diálogo con los habitantes para convencerlos de cambiar su lugar de residencia, sin embargo, lamentaron que la única respuesta es que están conscientes del peligro al que se exponen y que asumen las consecuencias.
Debido a que aún no concluye la temporada de lluvias, expresaron que el temor de caer junto con un deslizamiento no les importa a los habitantes, pues ante la falta de mejores oportunidades de vivienda no tienen otra alternativa.
“La necesidad orilla a aguantar las cosas y más si los terrenos son herencia de la familia, aquí lo único que nos queda en la comunidad es organizarnos para echarnos la mano si algo llegara a ocurrir. Desde que hallaron ese problema en la tierra no ha habido algo qué lamentar, como la pérdida de una vida, pero por eso es que estamos muy pendientes”, expresaron los pobladores, quienes sólo esperan que las afectaciones no sean mayores.
