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Ciudad de México.- No era piloto profesional, pero vivía la Fórmula 1 con más pasión que muchos. Fabbio, el perrito que durante años siguió simbólicamente cada carrera de Sergio “Checo” Pérez a bordo de un pequeño monoplaza de juguete, falleció este 23 de abril, dejando un enorme vacío entre sus miles de seguidores.
Conocido en redes sociales como @fabbio_f1, este singular seguidor de cuatro patas rodaba por las calles de la Ciudad de México como si estuviera en el Gran Premio de Mónaco, siempre jalado por su inseparable compañero humano, Jorge Alvarado Rayón, quien adaptó una réplica del monoplaza de Red Bull para sus recorridos dominicales por Paseo de la Reforma.
La imagen de Fabbio saludando desde su cochecito, vestido con gafas y traje de piloto, se convirtió en un ícono entre fanáticos del automovilismo y defensores de los animales. Aunque no podía entrar al Autódromo Hermanos Rodríguez, su figura estuvo presente incluso en forma de cartón durante las carreras del Gran Premio de México, donde se ganó el apodo de “el perrito de Checo”.
En los últimos días, Fabbio fue internado en un centro veterinario. Su estado de salud se deterioró rápidamente, y pese a los esfuerzos médicos y la ola de solidaridad que inundó sus redes para costear los tratamientos, cruzó su última meta este martes. La noticia fue confirmada por Jorge, quien compartió un emotivo video de despedida que rápidamente se viralizó.
La cuenta de Fabbio fue clave para reunir apoyo económico, recibiendo donaciones y palabras de aliento de fanáticos, ciclistas, paseantes y amantes de los animales. Entre los mensajes más destacados, sobresalió el del hermano del piloto mexicano, Antonio Pérez, quien escribió: “Gracias por inculcarle el amor para mi hermano… somos perrunos y sé lo que es perder a un compañerito de vida”.
Fabbio no solo fue un perrito con estilo, sino un símbolo de lealtad, ternura y pasión sobre ruedas. Su historia demostró que el amor por el deporte puede trascender especies, y que a veces, las ruedas más pequeñas son las que dejan la huella más grande.
