AGENCIA
Chiapas.- En el marco de las actividades conmemorativas del 31 aniversario del alzamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el subcomandante Marcos reiteró ayer sábado el compromiso inquebrantable de las comunidades zapatistas con su lucha, a pesar de la creciente violencia que azota al estado de Chiapas. Durante el encuentro “Resistencia y Rebeldía”, Marcos destacó que, a lo largo de los años, las comunidades zapatistas han resistido diversas amenazas y no se dejarán doblegar por las fuerzas de seguridad ni por el crimen organizado.
Marcos, quien recordó el levantamiento del 1 de enero de 1994, cuestionó a los asistentes: “¿ustedes de verdad creen que las comunidades zapatistas se van a amedrentar por el silencio, las calumnias, las redes sociales, el crimen desorganizado, la Guardia Nacional, el Ejército federal, la Marina, los paramilitares, los criminales, las pandemias, los desastres naturales, Trump, Putin, la 4T, el olvido, el desprecio, la mentira?”. Con estas palabras, reafirmó que la resistencia zapatista sigue viva, desafiando las adversidades externas e internas.
El subcomandante también hizo referencia a la llamada “generación 94”, mencionando que la misma que se alzó en armas en 1994 fue la que, en 2004, alertó sobre el rumbo del país bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Según Marcos, el entonces candidato presidencial representaba una continuación del sistema político tradicional y no atendía las demandas fundamentales de los pueblos indígenas.
Por su parte, Carlos González, fundador de la Red de pueblos indígenas, denunció el creciente control de los cárteles del narcotráfico sobre territorios que históricamente habían estado bajo el control de comunidades organizadas, especialmente en Chiapas, Guerrero y Michoacán. González señaló que en muchas regiones, los comisariados ejidales y comunales se ven obligados a alinear sus intereses con los grupos criminales para mantenerse en el poder, lo que ha generado conflictos y desplazamientos forzados.
La violencia atribuida a los cárteles también ha desplazado a comunidades indígenas en varios estados del país, como Guerrero, Jalisco, Guanajuato, Nayarit y Chihuahua, en ocasiones mediante asesinatos, secuestros y robos, según advirtió González. En contraste, en algunas áreas, como Chiapas, la resistencia de los pueblos indígenas y las denuncias de organizaciones han logrado visibilizar este proceso de cooptación por parte de los grupos criminales.
El investigador Jacobo Dayán también intervino, advirtiendo sobre una “crisis civilizatoria” global, exacerbada por un modelo económico que genera desigualdad y deterioro ambiental. Dayán subrayó que los órganos multilaterales y los Estados, anteriormente vistos como garantes de la paz y la seguridad internacional, atraviesan una profunda crisis, lo que hace aún más urgente la necesidad de nuevas visiones y resistencias frente a los desafíos del presente.
El subcomandante Marcos concluyó su intervención reafirmando la esperanza que representa la resistencia de los pueblos indígenas ante el desmoronamiento del orden establecido y la creciente descomposición social.
El EZLN, conocido internacionalmente desde su levantamiento en 1994, sigue siendo un símbolo de resistencia y lucha política en México, destacando por su crítica constante a los gobiernos en turno y su defensa de los derechos de los pueblos indígenas en el país.
Este personaje solo ha lucrado durante más 30 años con los indígenas y olvidados de Chiapas, no logró nada en favor de los que dice representar, pero sigue viviendo de la causa.
¡Ellos también son parte del problema!
