AGENCIA
Nacional.- En una acción sin precedentes, el gobierno de México entregó esta semana a 29 líderes del narcotráfico a Estados Unidos, en un movimiento que ha sido interpretado como una estrategia para mitigar las presiones del presidente estadounidense Donald Trump. Entre los extraditados destacan figuras clave del crimen organizado, como Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Treviño Morales “Z-40”, Omar Treviño Morales “Z-42” y Antonio Oseguera Cervantes, hermano de “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) confirmaron que la entrega de los narcotraficantes se realizó en respuesta a una solicitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos y en cumplimiento de tratados internacionales de cooperación en materia de seguridad. Sin embargo, según el investigador Edgardo Buscaglia, profesor de la Universidad de Columbia, esta acción responde a un intento de evitar las represalias económicas de Trump, quien ha amenazado con imponer un arancel del 25 por ciento (%) a productos mexicanos a partir del 4 de marzo.
Buscaglia calificó la extradición masiva como una “ofrenda” que demuestra la fragilidad del Estado mexicano frente a las presiones del gobierno estadounidense. “Es un acto de terror ante la posibilidad de un golpe económico devastador. Un arancel del 25% podría reducir el PIB de México entre un 3% y un 5%, afectando gravemente su economía”, advirtió el experto.
Aunque la entrega de estos capos representa un avance en la lucha contra el narcotráfico, Buscaglia señala que no será suficiente para aplacar las exigencias de Trump. “Mandarle líderes criminales a Trump no lo va a satisfacer. Él no negocia, impone su voluntad”, afirmó.
El investigador también alertó sobre las posibles represalias de los cárteles en respuesta a estas extradiciones. “No se quedarán de brazos cruzados. Podrían atacar no solo a funcionarios locales, sino incluso a instituciones clave como la Suprema Corte o miembros del Ejecutivo”, advirtió, recordando los episodios de violencia desatados en Colombia en los años 80 tras la extradición de capos a EE.UU.
Ante este panorama, Buscaglia propone que México se una a un bloque internacional con Canadá y la Unión Europea para enfrentar las presiones de Trump. “Trump solo entiende el lenguaje del poder. México no puede enfrentarlo solo; necesita aliados fuertes”, sostuvo.
La entrega de los 29 narcotraficantes, aunque significativa, expone la debilidad de México en su relación con Estados Unidos. “México no está perdiendo territorio como en el siglo XIX, pero está perdiendo su capacidad de tomar decisiones propias”, concluyó Buscaglia.
El futuro de la relación bilateral sigue siendo incierto, y el reto para el gobierno mexicano será encontrar una estrategia que le permita negociar desde una posición de fuerza sin comprometer su soberanía ni su estabilidad interna.
