Washington.- Documentos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) confirman la existencia en el desierto de Nevada de la base militar conocida como “Área 51”, que durante la Guerra Fría sirvió para probar los aviones espía U-2, capaces de volar a gran altura y cubrir distancias muy largas.
Los documentos obtenidos por la Universidad George Washington incluyen la primera referencia oficial conocida sobre el sitio, creado por una orden del presidente Dwight Eisenhower a mediados de la década de los 50.
La existencia del “Área 51” no ha sido un secreto, pero el hecho de que el Gobierno nunca reconociera su existencia y el que desde allí se realizaran misiones de prueba con aviones cuya estructura no tenía precedentes generó un sinfín de teorías de conspiración, incluida la existencia de tecnología de origen extraterrestre.
Esas teorías sostienen, entre otras cosas, que se trasladaron los restos de una supuesta nave extraterrestre al “Área 51”, que se habría estrellado en Roswell, Nuevo México, en julio de 1947.
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