De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- Con gritos de “¡Asesino! ¡Asesino!”, ciudadanos, familiares y amigos de Pablo Ortigoza, a quien un policía municipal mató de un balazo en la cabeza, exigieron la renuncia del alcalde Gerardo Rosales Victoria, a quien enfrentaron ayer por la mañana.
Culparon al funcionario de encubrir a los policías que participaron en el crimen, pero especialmente porque más del 32 por ciento de las denuncias que recibe son contra el cuerpo de seguridad municipal, y no hizo nada al respecto.
Indicaron que permitió el asesinato del joven boxeador y estudiante del Tecnológico de Orizaba, “su ineptitud tiene sumido al municipio en el caos y la violencia”.
Por ello es que ayer se manifestaron en el palacio Municipal, enfrentaron a Rosales Victoria, que por fin les dio la cara.
Esteban Sandoval, tío de la víctima, denunció que el asesinato de Pablo fue un abuso de autoridad.
Recordó que el caso ya está en manos de la Fiscalía y pronto se presentará una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Destacó que el policía que cometió el crimen no siguió ningún protocolo.
que se vaya
Los manifestantes exigieron la renuncia del alcalde Gerardo Rosales y, posteriormente, pidieron la presencia del regidor comisionado de Seguridad, y del titular del área de la Policía Municipal.
Durante las manifestaciones, los familiares y amigos de Pablo colocaron cartulinas en la fachada y el interior del palacio municipal, reclamando justicia para la víctima.
Antes de retirarse, los inconformes anunciaron que realizarán una marcha el próximo sábado en el Centro de Fortín, invitando a la población para unirse y denunciar los abusos cometidos por las corporaciones de Seguridad Pública.
Destacaron que la comunidad de Fortín está decidida a luchar por la justicia y la seguridad, y no descansará hasta que se haga justicia por la muerte de Pablo Ortigoza.
Mientras, desaparecieron a la Policía.
