Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- La autopista Orizaba-Puebla sigue obstruida a la altura del kilómetro 230 desde el 26 de octubre, una situación que, según líderes sociales y religiosos, representa un riesgo para la seguridad y la economía de la región. Valdemir Ferreira Miguel, presidente de la Unión de Iglesias Evangélicas, expresó su preocupación ante la falta de celeridad en los trabajos de remoción, resaltando que la vía es fundamental para la conexión entre el sureste y el resto del país.
Para el pastor evangélico, los retrasos no solo impactan en los tiempos de traslado, sino que también generan mayores costos a transportistas y comerciantes que deben recurrir a rutas alternas. Esta situación no solo afecta a los transportistas, sino también a los habitantes que dependen de esta vía para sus actividades diarias, obligándolos a recorrer caminos secundarios que carecen de la infraestructura adecuada y que presentan mayores riesgos de seguridad.