Orizaba.- Urge una investigación más profunda sobre el asesinato de dos sacerdotes de Poza Rica, es la demanda de los obispos de la Provincia Eclesiástica de Xalapa, toda vez que los datos proporcionados por las autoridades correspondientes son imprecisos, aseguró el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal.
“Primeramente, sí nos sorprendió que rápido tuviéramos información, que salió en los medios, además, los resultados habían arrojado un error muy obvio porque se mencionaba uno y no dos sacerdotes, ya luego se entiende que era un auxiliar del párroco, es decir, sacerdote vicario; había mucha premura y fue poco precisa la declaración”, señaló.
En medio del dolor que enfrenta la Iglesia por la pérdida de los vicarios de Cristo, de una manera violenta, dijo que esperan una versión real y concreta, sobre todo con pruebas, “yo creo que se dará en su momento, no son cosas que se arreglen de la noche a la mañana”, prosiguió.
Las dudas sobre el móvil del crimen se hacen presentes, porque no consideran creíbles y coincidentes situaciones que llegan a ser contradictorias: si los mataron en la casa parroquial o en el lugar en donde los encontraron, si estaban maniatados, “parece que no coincide con una pelea de amigos”.
En cuanto a los responsables, respondió que siguen haciendo oración por su reconversión, pero están conscientes de que son personas que están causando daño a otras y deben quedar en donde no afecten a la sociedad.
Respecto a que el Fiscal General destacara que estuvieron conviviendo con alcohol y si habrán de ser más vigilantes del comportamiento de los sacerdotes, dejó en claro que siempre se tienen retiros espirituales, pero en un momento dado si alguno efectúa el consumo de estas bebidas fuera de lo ordinario, habría algún tipo de amonestación.
Finalmente, monseñor Patiño Leal refirió que en cuanto a las medidas de seguridad se estarán reforzando con autoprotección en horarios de salida, colocar cámaras de vigilancia, por lo menos en los lugares de ingreso y salida hacia las parroquias, en donde los feligreses ya están donando algunos de estos equipos de vigilancia, aunque eso no significa que no continuará su labor, ya que todos están expuestos al peligro en cualquier parte, pero se debe seguir adelante.
