Córdoba.- Ayer jueves, de forma especial, se llevó a cabo una misa en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe para pedir por las víctimas mortales que a la fecha sigue cobrando la exposición a las dioxinas.
Estudios efectuados en el lugar señalan que los efectos contaminantes tienen una duración de más de 50 años.
De acuerdo con la presidenta de la Asociación de Enfermos y Afectados de Anaversa, Rosalinda Huerta Rivadeneyra, aunque no existe un modo de resarcir el daño ni el dinero suficiente para devolver la vida de una persona, es necesario que se apruebe la construcción de un hospital de tercer nivel con una unidad de Epidemiología para la detección y atención de enfermos de cáncer.
A pesar de que las cifras ya fueron rebasadas, en la zona se estima que más de dos mil personas han fallecido a consecuencia del cáncer derivado de la exposición a los químicos.
“Consideramos que esto es un crimen de lesa humanidad, porque han nacido niños con malformaciones; no es sólo una generación, son varias. Por eso pedimos que se haga un hospital para atender la enfermedad, la cual sigue vigente. Estos padecimientos tienen manera de ser prevenidos y erradicados”, comentó.
Mi hijo murió de cáncer
Hace un mes, y luego de casi 16 años de lucha, Félix Omar Eugenio Martínez, de 34 años de edad, perdió la “batalla” en contra del cáncer testicular que se le detectó cuando recién había cumplido 19 años.
Su madre, Tomasa Martínez, asegura que la enfermedad de su hijo fue consecuencia de Anaversa, pues actualmente ella también está enferma de diabetes.
“Fueron muchos años; siempre luchó, nunca se dio por vencido. Nosotros hemos visto muchas personas enfermas de cáncer en esta zona”, dijo.
Uno de los principales problemas que los enfermos de Anaversa enfrentan es la falta de Seguridad Social y reconocimiento de las propias autoridades.