Córdoba.- Docentes del telebachillerato de El Porvenir y de la escuela primaria Nicolás Bravo, de la misma congregación, se niegan a regresar a las aulas, tras afirmar haber recibido amenazas por parte de supuestos grupos delincuenciales, quienes les piden “la cuota” a cambio de no dañarlos. No han denunciado por miedo a represalias.
La semana pasada un grupo de profesores —amedrentados— de la primaria se presentó ante la Supervisión Escolar de Zona 065 Córdoba- Foráneas con la intención de manifestar su temor ante la supervisora escolar, Irma Olivares de Jesús.
Según explica un docente —quien asegura por miedo no desea revelar su nombre—, sujetos arribaron a los planteles de la zona para exigirles el pago de una cuota por seguridad. Para hacer presión les dijeron: “sabemos dónde viven, por dónde viajan, quiénes son sus hijos y qué coche traen”. Con el temor a resultar afectados y de poner en riesgo a la población estudiantil los afectados intentaron cubrir su día en la Supervisión Escolar.
Sin embargo, el entrevistado afirma que la respuesta fue una negativa, ya que ante la denuncia la supervisora escolar los obligó a regresar a sus fuentes de trabajo, argumentando se trataba de una mentira.
A pesar del malestar de los docentes, la respuesta de la supervisora fue acatada y regresaron a sus aulas. Insisten, el temor se mantiene principalmente porque no se contó con el respaldo esperado de la Supervisión Escolar, a quien inclusive cuestionan el hecho de que regresando del periodo vacacional de Semana Santa le entregaron una lista con todos los datos personales de cada profesor. Situación que consideran los ha colocado en una posición vulnerable.
“Los maestros en Porvenir estuvieron en la Supervisión y no se presentaron en sus escuelas porque los tienen amenazados los delincuentes”.