De la Redacción
el buen tono
Orizaba.- Se mantienen dudas y hermetismo sobre el destino final de la renta que pagan tiendas de autoservicio, así como otros negocios que ocupan lugares pertenecientes a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), señalan integrantes del organismo que desconocen lo relacionado al tema, pero no deja de
preocuparles.
Los inconformes mencionan que nada les han comunicado los secretarios de la CROM, ninguno de los que llevan una cartera dentro del sindicato; sin embargo, han estado preguntando y por la ubicación, es decir, en el Centro Histórico tan solo de renta podrían cobrarles entre 50 y 70 mil pesos.
Dijeron ser trabajadores de una de las compañías que el sindicato tiene y ven lo del Contrato Colectivo de Trabajo; sin embargo, saben que el contrato es mínimo por 10 años, y a ellos como integrantes les cobran una tarifa para seguir en la
Confederación.
Recordaron que este sindicato pareciera estar secuestrado por una familia, ya que quien fue secretario por más de 20 años, Enrique Hernández Olivares, le heredó el cargo a su hijo Alfredo Hernández desde el 26 de septiembre de 2019, cargos que no deberían traspasarse a los familiares, además de que Hernández Olivares aún atiende desde esas oficinas.
Además, en 2013 Hernández Olivares donó al ayuntamiento de Orizaba el inmueble ubicado en Norte 3, número 15, con nexo a Poniente 2 y a pesar de que reconoció que el lugar nunca había sido de su propiedad, decidió hacer este acto que iba contra los intereses de los agremiados. El lugar es rentado a un restaurante que paga 26 mil pesos; en más de una ocasión el propietario ha dicho que resulta imposible mantener esa renta.
Cabe hacer mención, se desconoce la situación legal del
inmueble, pues corrió el rumor hace un par de años que se estaban haciendo los trámites para que regresara al exsecretario de la CROM; además, jamás se ha aclarado quién recibe ese dinero, es decir, el ayuntamiento o quien presuntamente lo donó y cuál es el destino final de los recursos.