De la Redacción
el buen tono
Región.- Los devastadores incendios que han arrasado con vastas áreas de bosques en las zonas de Mendoza y Nogales, y que ya están llegando a viviendas, no sólo han puesto en peligro la flora y fauna de la región, también han desencadenado una preocupante alerta por contaminación en toda la zona centro del estado.
Este panorama desolador evidencia el desinterés y la negligencia de los tres órdenes de gobierno, estatal, municipal y federal, en la adquisición de helicópteros bombarderos, herramientas fundamentales para combatir eficazmente este tipo de desastres ambientales.
Resulta incomprensible que, a pesar de la evidente necesidad de contar con este tipo de equipo especializado, las autoridades competentes no hayan tomado medidas concretas para garantizar su disponibilidad.
La falta de inversión en recursos adecuados para el combate de incendios forestales, deja en evidencia la falta de planificación y priorización por parte del gobierno.
El hecho de que la corrupción impere en la gestión de crisis ambientales como esta, sólo agrava la situación. Los recursos destinados para la adquisición de equipos y tecnologías para la prevención y combate de incendios, muchas veces terminan desviados o mal gestionados debido a prácticas corruptas, dejando a la población expuesta a graves riesgos y daños irreparables al medio ambiente.
La inacción gubernamental frente a esta emergencia ambiental es inaceptable y pone en riesgo no sólo la biodiversidad de la región, sino también la vida y seguridad de los habitantes.
Ante esta situación, la ciudadanía exige que las autoridades asuman su responsabilidad y tomen medidas concretas para enfrentar este desafío, incluyendo la adquisición de equipos adecuados y la implementación de políticas efectivas de prevención y control de incendios.