Córdoba.- Tener una relación amorosa incrementa la autoestima en la persona, y con ello, su seguridad para enfrentar la vida diaria; sin embargo, cuando la relación colapsa, suele haber un periodo de duelo que, si no es llevado correctamente, puede desencadenar una depresión que requiera atención de especialistas, señaló la psicóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social, Claudia Guadalupe Cruz Martínez.
Cuando se llega al final de la relación por mutuo acuerdo, el impacto no suele ser grave, pero cuando hay otros motivos como una infidelidad, las consecuencias son mayores, explicó la especialista.
“La ruptura y la separación son experiencias dolorosas; después de la muerte de un ser querido, éstas son las vivencias más estresantes, aunque influyen las condiciones en que se presentan, no es lo mismo una ruptura de noviazgo a la de un matrimonio”, comentó Cruz Martínez.
La depresión es la principal consecuencia de la separación, lleva tiempo superarla porque intentan enfrentarlo solos, y cuando no hacen nada para salir de ella, es entonces cuando hay riesgo para la persona.
“Dependiendo de la historia de vida y de la personalidad caracterológica, será el nivel de depresión que presenten; en consulta atendemos un gran número de personas que vienen en esta situación, sus familias se están desintegrando”, expresó la psicóloga.
Los síntomas que se pueden observar en una persona depresiva son: tristeza, llanto, insomnio, falta de apetito, prefiere estar sola, se resiste al arreglo personal; situaciones que si no se atienden, pueden llevar a fatales consecuencias.
Ante ello, la psicóloga del IMSS hizo un llamado a la población a evitar caer en estas situaciones, y si están pasando por un momento de separación, buscar el apoyo familiar o amistoso, y de ser necesario, el de un especialista.
Ricardo Jácome Zavaleta
El Buen Tono