Orizaba.- La Diócesis de Orizaba llamó a los jóvenes a responsabilizarse de sus actos y tomar medidas para no exponerse a la violencia en cualquiera de su tipo, y con ello prevenir estar en situaciones difíciles, como la balacera ocurrida en un antro.
El vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, explicó que no se busca un toque de queda, sino más bien que los jóvenes tomen conciencia de lo que está ocurriendo y busquen medidas que no los expongan al peligro.
“Aquí lo que se trata es que los jóvenes se manejen con la responsabilidad, el cuidarse ellos mismos y saberse que no somos “supermanes”, y que podemos ser víctimas de la violencia, si nosotros mismos nos exponemos”.
Para ello puso de manifiesto que se deben considerar algunos puntos de reflexión sobre la mesa; “en primer lugar, aunque son jóvenes tienen derecho a divertirse, recordemos que en esta época que nos toca vivir tenemos la virtud de la prudencia, a no exponerse en lugares en situaciones, en horarios donde es fácil ser víctimas del crimen y no solamente es la agresión, también puede ser el robo, o pueden ser otras manifestaciones”.
En segundo lugar, consideró que es importante que los locales que ofrecen estos servicios, “yo creo que requieren una regulación, dejando en claro que no se trata de pedir un toque de queda, pero que sí haya un cumplimiento en la reglamentación”.
“No estoy pidiendo un toque de queda porque no hay que dramatizar, estamos pidiendo actitudes prudentes, a lo mejor que se cumpla el reglamento de Comercio, que pide que los negocios cierren a cierta hora, porque también es para protección de los consumidores que están ahí”, explicó el vocero de la Diócesis de Orizaba.
Enríquez Báez manifestó que “el papel que juegan los padres de familia también es fundamental en el comportamiento de los hijos, pero existen otros factores que dan pie a que no haya vigilancia de lo que están haciendo, ya sea por la desintegración familiar”.
En ocasiones, agregó, “sólo se les da dinero o bien porque también existen aquellos muchachos de los cuales no se puede estar al pendiente porque proceden de otros lugares para estudiar y no hay la supervisión de los padres”.
En otro tema, el vocero de la Iglesia Católica expresó que la avaricia está obligando a muchas personas, incluyendo a algunos servidores públicos a esclavizarse al Dios del Dinero.
Criticó que esto se ha visto reflejado al dejar de cumplirle a los ciudadanos en su deber de dotarlos de los servicios básicos, para el desarrollo de una ciudad.
“Se trata de un tema que parte de la pérdida del respeto hacia las autoridades y hacia los propios padres, donde la ambición ocupa un lugar importante en la vida de los hijos, por lo que se conmina a que cambien la lógica de esta realidad”, finalizó.