
Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- La grave situación que hoy padece Córdoba en materia de protección animal no es casualidad, es el resultado de la negligencia y omisión del gobierno de Leticia López Landero. Entre enero y abril de este año, se han registrado 75 denuncias formales por maltrato animal, una cifra escandalosa que refleja el absoluto fracaso de esa administración.
Durante su gestión, Leticia López y su entonces regidor de la Comisión de Bienestar Animal, Félix Emilio Sacre, ofrecieron discursos con buenas intenciones, pero nunca tradujeron sus palabras en políticas públicas reales. Córdoba se quedó sin protocolos, sin reglamento eficiente y sin un sistema de protección animal funcional.
Lo poco que existía fue mal administrado. El llamado Centro de Bienestar Animal se convirtió en un espacio de hacinamiento y sufrimiento, dirigido por personal sin preparación, sin empatía ni supervisión. Se acumularon denuncias por negligencia y hay versiones de que animales fueron incluso sacrificados sin justificación médica ni legal.
Félix Emilio Sacre Luna, quien debió encabezar la defensa de los animales desde su comisión, fue un regidor mudo ante la tragedia. Su paso por el cargo fue tan intrascendente como su voluntad para exigir resultados o castigos. Córdoba padeció no sólo la indiferencia, sino la complicidad del silencio institucional.
Casos recientes de envenenamientos masivos de perros y gatos, abandono en vía pública y maltrato extremo siguen ocurriendo en zonas como San Matías Los Mangos, mercado Revolución y colonias periféricas. Las autoridades actuales intentan atender la problemática, pero cargan con el pesado lastre de una administración que normalizó la crueldad animal.
