De la Redacción
el buen tono
Córdoba.- El río San Antonio, inicialmente destinado para el disfrute de las familias cordobesas, se convirtió en el paseo de la corrupción en la pasada administración de Leticia López Landero.
El ayuntamiento pasado, donde el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) detectó un desvío de dinero por 107 millones de pesos, recibió el paseo del río embellecido, sin embargo, al finalizar la gestión lo dejó abandonado y sucio.
A pesar del cochinero, la ex alcaldesa ya anda diciendo que quieren regresar, ante ello los cordobeses exigieron que mejor regrese los 107 millones que dice el Orfis les faltó comprobar. “¿Cómo no les va a gustar la política si de ahí robaron a manos llenas?”, expuso una ciudadana.
Lamentaron que aunque la Fiscalía tiene en sus manos la denuncia de los desvíos, hasta ahora no ha hecho nada, volviéndose cómplice de la corrupción.
La actitud de la ex alcaldesa al abandonar el proyecto por motivos personales y conflictos con las integrantes del comité, plantea una falta de compromiso hacia la comunidad y el propósito original del proyecto.
El hecho de que Leticia haya recibido un considerable monto económico en lugar de devolverlo al comité, puede interpretarse como una decisión egoísta que va en detrimento del bienestar común.
Esto contrasta con la intención original del comité, de embellecer el paseo para el goce y disfrute de las familias locales.
Además, se destaca la ironía de que el comité, conformado por señoras cordobesas comprometidas con mejorar el entorno para el disfrute colectivo, haya sido desplazado por una situación de conflicto personal y, posteriormente, por una inesperada inversión de recursos económicos.