Región.- Los católicos llenaron las parroquias y lugares que se establecieron para celebrar el Domingo de Ramos, que recuerda el arribo de Jesús de Nazaret a Jerusalén, por lo que acudieron con sus palmas para su bendición y después colocarlas en un sitio especial de sus casas para que los proteja.
Durante la Eucaristía, los sacerdotes coincidieron en que es una oportunidad para proclamar a Jesucristo como el Rey y centro de las vidas, parecerse a quienes lo recibieron, a la voz de: “Que viva mi Cristo, que viva mi Rey…”, cántico que entonaron durante la procesión y celebración Eucarística.
En Amatlán de los Reyes, la actividad inició con una caminata de San Ramitos, para posteriormente celebrarse la Eucaristía y finalmente rociaron los ramos con agua bendita.Ayer, dio inicio la Semana Santa para la que cada templo y capilla preparó una serie de actividades propias, en las que esperan la participación de la feligresía.
En Atoyac y Cuitláhuac se presentan los judas, que piden una moneda.