Efraín Hernández
el buen tono
CÓRDOBA.- Abogados, líderes religiosos y ciudadanos coincidieron que la pasada elección del sábado fue un claro ejemplo del viejo estilo del PRI.
El pastor evangélico Fabián Méndez condenó la violencia que suscitó. “En Zongolica quemaron boletas; en Minatitlán una diputada haciendo desmanes, se supone que decían que eran diferentes”.
Guillermo Santos señaló que a su percepción es que el día de las votaciones internas de Morena, muchos carecían de militancia. “Lo que realizaron fue afiliación masiva ese día y cada contendiente llevó gente a registrar bajo promesas”, dijo.
Por su parte el abogado Juan Carlos Fernández Zulueta, calificó como una re-edición del viejo estilo del PRI, “en una elección interna de un partido ocuparon autobuses, dejemos de lado que las empresas de trasporte hayan sido obligadas a facilitar dichas unidades, estamos hablando de millones de pesos que fueron usados para un evento interno al viejo estilo priista”, expresó
Personas beneficiarias de los programas federales del Bienestar fueron trasladadas como borregos para votar por alguien que ni siquiera sabían. “Hubo una coacción al voto, ya que si no votaban podrían perder los programas sociales de los que muchos adultos mayores son beneficiarios”.
Asimismo, hubo mano negra de varios alcaldes los cuales condicionaron la participación de quienes laboran con ellos en los ayuntamientos.
Hubo funcionarios que aparte de que obligaron a ir a votar a sus empleados de confianza los amenazaron que si no acudían a los centros de votación, a partir del lunes primero de agosto quedarían desempleados.
Miguel Ángel García Alarcón, aspirante a Consejero Nacional enfatizó que fue más que evidente que dicho proceso se vio plagado de muchas irregularidades, como la notoria compra de votos, “la entrega de despensas, la concentración en algunas oficinas específicas de algunos aspirantes los cuales citaban a los votantes y les daban una contraseña y a su vez estos pasaban a cobrar algún apoyo económico”.
Lamentó que no se haya respetado a los escrutadores, ya que la mayoría del personal que estaba “cuidando la elección” no estaba calificado.
“Hubo mucha mano negra hay videos y fotografías hay demasiada evidencia de cómo ciertos personajes estaban llenando boletas y cómo de manera descarada estaban embarazando las urnas”.
De acuerdo a datos obtenidos varias de las urnas no fueron contabilizadas como realmente debieron haber sido, por lo que militantes de Morena se preguntan si el número de afiliaciones coincidía con el número de boleta depositadas. “Son varias las irregularidades que no puede volver a suceder”, explicó un militante que espera que las instancias del partido tomen cartas en el asunto.