De la Redacción
El Buen Tono
Región.- La región enfrenta una crisis hídrica sin precedentes debido a la falta de infraestructura básica como plantas de tratamiento de aguas residuales y redes de drenaje pluvial. Esta problemática afecta tanto la salud de la población como el medio ambiente, y evidencia graves deficiencias en la gestión del agua por parte de los municipios.
Municipios como Nogales, Zongolica y Rafael Delgado, no cuentan con plantas de tratamiento, lo que agrava la contaminación de ríos y suelos, y aumenta el riesgo de enfermedades. Además, en varios municipios no existe una red de drenaje pluvial funcional, lo que intensifica los problemas derivados de las lluvias. Pero no son los únicos, también existe ese problema en Tomatlán, La Perla, Cuichapa y Paso del Macho.
El problema se agrava ante la corrupción e irresponsabilidad de alcaldes y alcaldesas, que nada más llegan a sentarse en la silla para robar, dejándole el problema al alcalde que viene. Son gente sin escrúpulos, sin carrera política y sin valores, que sólo ven las alcaldías como una vaca a la que llegan a ordeñarle todos los días. ¿Cuántos arroyos cruzan esta región, y cuántos de ellos han sido convertidos en drenajes por las colonias asentadas en sus márgenes?
En lugar de respetarlos, les conectan sus desechos, contaminándolos. Si estos arroyos y ríos estuvieran limpios, podrían servir como fuentes de abastecimiento de agua para colonias, incluso aprovechando la gravedad para su distribución, sin necesidad de instalar bombas.
Ahora, debido a la contaminación, se ven obligados a instalar tuberías hasta lugares como Nogales para traer agua, negociando con otros municipios para que les permitan acceder a este recurso. Mientras tanto, ríos como el Metlac y el Blanco se han convertido en auténticos vertederos, perdiendo su capacidad natural y su valor para la comunidad.
La contaminación, la proliferación de enfermedades, la pérdida de biodiversidad y el impacto económico son sólo algunas de las consecuencias de la falta de plantas tratadoras, por lo que es necesario que las autoridades municipales implementen medidas urgentes y efectivas, ya que la crisis hídrica no sólo es un problema local, sino un reflejo de la necesidad de abordar esta situación con una perspectiva global y sostenible.
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