in

Eugenio Luna Loyo, el gran artista huatusqueño

Superiberia

re11

Huatusco.- El artista Eugenio Luna Loyo (1924-2016) falleció el pasado viernes dejando un legado plástico invaluable, además de incursionar en la litografía, grabado y esmalte, fue director de teatro, participaba sonorizando las radio novelas y traduciendo los textos extranjeros para adaptarlos en guión.

Creció en el seno de una familia católica, la primaria la estudió en el colegio particular de la madre Jovita Lara Estrada, posteriormente ingresó a la escuela cantonal Miguel Sánchez Oropeza, que era dirigida por el profesor Enrique Maldonado, narró para este medio la profesora y escritora, Delia Sedas Acosta, quien trabaja en la biografía del pintor.

En febrero de 2013, en entrevista con Luna Loyo, relató brevemente la creación de su primer obra, explicó que realizó una especia de trasnfer, posteriormente tomó unos tubos de óleo que no eran de su propiedad, exprimió cada tubo y formó una flor, y para esconder la evidencia arrojó los recipientes vacíos a una letrina.

Una mente irreverente refleja la creatividad de quien es uno de los artistas plásticos más importantes, junto al Chango Cabral, consiguieron hacer visible a Huatusco en la escena mundial del arte.

Llega a la Ciudad de México e ingresa a una escuela francesa, ahí abrevó la ideología liberal de los galos, mientras continuó formándose en las artes, estudió y trabajó hasta que consiguió ingresar a la Academia de San Carlos. Algunas anécdotas refieren que su padres lo perfilaban a estudiar una carrera relacionada con los números, pero su pasión por el arte fue más importante.

Eugenio Luna Loyo es conocido a nivel nacional e internacional, por su trabajo como artista plástico, escultor, pintor, litógrafo y grabadista, exponiendo sus obras en un sinfín de lugares de alto renombre, en ciudades como: España, Estados Unidos, París, Francia, Suiza y Frankfurt, Alemania.

En la ciudad de Córdoba, se cuenta con una sala en su honor dentro de la Casa de la Cultura de los 30 Caballeros, donde se pueden apreciar algunas de sus magníficas obras de arte.

El hombre, quien dio su último suspiro en esta ciudad, vio los últimos años de su vida en la calle 11, entre avenidas 3 y 1, en el centro de Huatusco, donde fue velado por familiares y amigos.

En la sala de su casa conserva una pieza muy especial para él, que nunca formó parte de las exposiciones públicas La Samaritana, en alusión a un personaje bíblico, pero ésta tiene la característica especial, una sugerente abertura donde se puede observar un frondoso par de senos.

Los muros de su hogar no se salvan de la desbordante necesidad de intervernirlos, y el autor de La Samaritana no tuvo recato y se puede apreciar algunas obras labradas en sus paredes. La casona del artista tiene un gran patio en el centro, rebosantes de orquídeas que florecen en el mes junio cuando el cumpliría años y el mes en el que partió.

CANAL OFICIAL

Verifican refugios por ciclo de lluvias

Reliquia del cristianismo