En un movimiento que marca un nuevo capítulo en la ya tensa situación en el Medio Oriente, Estados Unidos ha enviado un sofisticado sistema móvil de defensa antimisiles a Israel, junto con aproximadamente cien soldados estadounidenses encargados de su operación, anunció el Pentágono. Este despliegue representa la primera presencia militar estadounidense en Israel desde que comenzó el conflicto con Hamás, a pesar de las advertencias de Irán para que Washington mantenga a sus fuerzas fuera del país.
El nuevo sistema de defensa tiene como objetivo fortalecer las capacidades aéreas de Israel frente a posibles ataques balísticos provenientes de Irán, en un contexto donde se anticipa una respuesta israelí a los recientes lanzamientos de misiles desde Teherán. El general Patrick Ryder, portavoz del Pentágono, enfatizó que esta acción “subraya el férreo compromiso de Estados Unidos con la defensa de Israel y de los estadounidenses en Israel frente a cualquier ataque con misiles balísticos por parte de Irán.”
Sin embargo, el envío del sistema antimisiles y el despliegue de tropas podrían intensificar las tensiones en la región, a pesar de los esfuerzos diplomáticos en curso para prevenir un conflicto total. Se espera que el sistema y sus operadores lleguen a Israel en aproximadamente una semana.
Mientras tanto, la situación en Gaza sigue siendo crítica. Las fuerzas israelíes han continuado sus bombardeos en la franja, con ataques nocturnos recientes que golpearon un complejo hospitalario y una escuela, dejando a decenas de palestinos muertos o heridos. El ejército israelí investiga el ataque a la escuela, alegando que el hospital servía como un centro de comando de Hamás, una afirmación que aún no ha sido verificada de manera independiente.
La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos eventos, que no solo impactan a Israel y Gaza, sino que también pueden redefinir la dinámica de poder en todo el Medio Oriente.
