EU. Estados Unidos no enviará fuerzas armadas para librar una guerra terrestre en Irak, reiteró ayer el presidente Barack Obama, un día después de que su principal asesor militar dijo que podía recomendarle desplegar tropas en territorio iraquí.
“Es más efectivo usar nuestras capacidades únicas en apoyo de nuestros aliados en el terreno”, dijo Obama ante el Comando Central de Estados Unidos en Tampa, Florida. “Esa es la única solución que tendrá éxito en el largo plazo”, agregó.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Martin Dempsey, dijo el martes que recomendaría a Obama que tropas terrestres estadounidenses acompañen a iraquíes a combatir a las fuerzas del grupo extremista del Estado Islámico (EI).
Obama había dicho previamente que no iba a enviar fuerzas de combate terrestre estadunidenses.
Durante su visita al Comando Central, el mandatario señaló que encabeza una amplia coalición de 40 países unidos contra el EI y el apoyo a las tropas iraquíes en el terreno es la mejor ruta para “ degradar y en última instancia destruir” a los extremistas.
“Estos terroristas aprenderán lo que ya conocen los dirigentes de Al Qaeda… cumplimos lo que decimos, nuestro alcance es amplio y si ustedes amenazan a Estados Unidos no van a encontrar refugio seguro y los vamos a encontrar”, aseguró Obama.
Agregó que las tropas estadunidenses han llevado a cabo más de 160 ataques aéreos contra las fuerzas del EI hasta el momento.
Obama anunció la semana pasada en vísperas de los ataques del 11 de septiembre del 2001, su estrategia integral para terminar con el EI que contempla una “coalición amplia”, incluidos los países árabes, Francia, Alemania, y Gran Bretana, entre otros.
La campaña de Obama contra el EI tiene lugar en momentos que una mayoría de los estadunidense estima que ha sido “demasiado cauteloso” para confrontar la amenaza sobre todo después de la decapitación en las ultimas semanas de los periodistas estadunidenses James Foley y Steveb Sotlof, en manos de un rebelde de origen británico.
La estrategia de Obama incluye ataques aéreos sistemáticos, además de una ampliación del respaldo a las fuerzas iraquíes que los combaten por tierra con el envío de otros 475 soldados estadunidenses a Irak.
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