AGENCIA
CDMX.- El nuevo jefe de comercio agrícola de Estados Unidos le dio a México hasta el 14 de febrero para dar la explicación científica detrás de la planeada prohibición al maíz genéticamente modificado y el herbicida glifosato.
Doug McKalip, el nuevo negociador jefe de comercio agrícola de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR por su sigla en inglés), dijo a Reuters que la respuesta de México ayudará a la agencia a decidir los próximos pasos en su búsqueda por resolver una larga disputa sobre las políticas agrícolas biotecnológicas de México.
Esto podría incluir una escalada de la disputa al mecanismo de solución de controversias en el marco del Acuerdo Comercial de América del Norte (TMEC), agregó. El desacuerdo amenaza con interrumpir el comercio de miles de millones de dólares en maíz entre Estados Unidos y México.
La petición de Estados Unidos se produjo en una carta enviada por USTR el 30 de enero a la Secretaría de Economía de México en la que se solicitaban pruebas científicas de las prohibiciones y evaluaciones de riesgo que respalden las decisiones, que son obligatorias en virtud del acuerdo comercial iniciado en 2020.
México “rechazó 14 muestras distintas de productos agrícolas que se le presentaron y no aportaron ninguna justificación”, declaró McKalip a Reuters.
“Queremos asegurarnos de que hagan la ciencia, muestren su trabajo y tomen decisiones basadas en evaluaciones de riesgo”.
La solicitud de Estados Unidos se produce pocos días después de que McKalip y otros funcionarios de USTR se reunieran con funcionarios mexicanos y expresaran su preocupación por su enfoque biotecnológico, advirtiendo que podrían tomar medidas formales para reforzar los derechos comerciales bajo el TMEC.
La carta marca un paso en esta dirección; otros pasos incluyen buscar consultas formales sobre la disputa o solicitar un panel de solución de controversias para determinar si las políticas de México violan el acuerdo comercial.
“Estamos muy centrados en esto. Es una gran prioridad para esta administración”, afirmó McKalip.
Es una solicitud válida de parte del gobierno de EU, pero como en este gobierno todo es echo empíricamente no habrá tal explicación, se buscará una evasiva argumentado y culpabilizando intereses de los neoliberales y las castas del poder, ya casi se puede oír.
Nada va ser probado científicamente, porque las grandes compañías se encargan de refutar lo que no les conviene, casos hay muchos, un claro ejemplo es el daño del cigarro, los químicos y conservadores en los alimentos.
Cómo les encanta destruir culturas a los “gringos”. Tienen décadas los estudios que afirman que los alimentos transgénicos causan enfermedades graves. Espero que el gobierno mexicano no permita eso.