AGENCIA
Washington, D.C.- Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo y fundador de la violenta organización criminal “Los Zetas”, fue liberado el viernes de una prisión en Estados Unidos después de cumplir 17 años de su condena. Tras su salida de la Penitenciaría de los Estados Unidos en Terre Haute, Indiana, Cárdenas Guillén fue puesto bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), según informó NBC News.
En un comunicado, un portavoz de ICE declaró que “los oficiales de Operaciones de Detención y Deportación de la agencia tomaron la custodia de Osiel Cárdenas Guillén y permanece bajo custodia de ICE en espera de una determinación de disposición final”. Se espera que el próximo lunes sea transferido a México, donde enfrenta múltiples cargos criminales.
Cárdenas Guillén, de 57 años, fue detenido en 2003 en Tamaulipas, México, y extraditado en 2007 a Estados Unidos. Durante su juicio en 2010, se declaró culpable de tráfico de drogas, lavado de dinero y extorsión, lo que le valió una sentencia de 25 años de prisión y una multa de 50 millones de dólares. Su liberación llega cuatro años antes del cumplimiento total de su condena.
El narcotraficante, conocido por su apodo “El Mata Amigos”, supervisó el crecimiento del Cártel del Golfo, que en su momento fue uno de los grupos criminales más poderosos de México, responsable de la exportación de grandes cantidades de cocaína y marihuana hacia Estados Unidos. Su brutalidad y uso de la violencia marcaron su liderazgo, incluyendo la formación de “Los Zetas”, una banda creada a partir de exmilitares de las fuerzas especiales mexicanas que inicialmente fungían como su guardia personal.
“Los Zetas”, reconocidos por su crueldad, eventualmente se independizaron del Cártel del Golfo y se convirtieron en una de las organizaciones criminales más temidas de México, involucrándose en actividades como el secuestro, la extorsión, y el tráfico de combustible robado.
Tras la captura de Cárdenas Guillén en 2003, “Los Zetas” entraron en una sangrienta disputa con el Cártel del Golfo por el control del territorio, contribuyendo a la escalada de violencia en la región.
Ahora, a su regreso a México, Cárdenas Guillén enfrenta un futuro incierto, ya que todavía tiene acusaciones pendientes en su país natal. La administración Biden ha manejado con cautela su situación, y las autoridades mexicanas deberán determinar su destino legal en el contexto de un panorama criminal que ha cambiado significativamente desde su detención hace más de dos décadas.