De acuerdo con esa institución, el aparato, de apenas 250 miligramos de peso, es capaz de transmitir lo que graba a un teléfono inteligente. Para probar su funcionalidad, sus creadores la montaron sobre el caparazón de diferentes de escarabajos vivos —animales capaces de transportar cargas mayores que su propio peso— y monitorearon sus movimientos. Los resultados de los experimentos fueron publicados este 15 de julio en la revista Science Robotics.
Shyam Gollakota, autor principal del estudio, explica que la cámara captura en primera persona lo que sucede alrededor del insecto, imitando su sistema de visión. Para lograr eso, los científicos tuvieron que idear un dispositivo lo suficientemente potente, pero que, a diferencia de las cámaras pequeñas de los celulares, no requiriera de baterías demasiado grandes y pesadas para esos artrópodos.