El dueño de un terreno a pie de playa del estado de Washington aceptó una solicitud para permitir que el cadáver de una ballena gris se descomponga en su propiedad.
El número de cadáveres de ballenas grises que han sido arrojados por el mar a la playa ha sido tan alto este año que el Servicio Nacional de Pesca Marítima (NOAA Fisheries) se ha quedado sin espacio para colocarlos.
Por ello, la agencia ha pedido a algunos dueños de lotes en la playa que permitan que los cadáveres se descompongan en el lugar. De esa manera, se permite el proceso natural del ambiente marino, y los esqueletos residuales se pueden emplear para propósitos educativos, dijeron las autoridades.