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Interesante.- Si tienes un perro que no es precisamente el alma de la fiesta, te tenemos una noticia sorprendente: podría ser más inteligente que aquellos peludos que se muestran amigables y juguetones. Un reciente estudio liderado por Peter Pongracz en la Universidad Eotvos Lorand de Budapest revela que los perros con personalidades más serias y gruñonas podrían poseer una mente más brillante.
El estudio, que incluyó dos fases, comenzó con la clasificación de los perros según sus rasgos de personalidad, sin importar la raza. En la segunda fase, se presentó un desafío: un premio comestible detrás de una cerca de alambre en forma de V. Los resultados fueron asombrosos: los perros con una actitud más gruñona demostraron una mayor capacidad para resolver el problema y acceder al premio. No solo superaron el obstáculo, sino que también aprendieron observando a otros perros que ya habían encontrado la solución.
En contraste, los perros con personalidades más amigables no imitaron las acciones exitosas de los perros gruñones, a pesar de que estos últimos lograron conseguir la comida. La investigadora Monique Udell de la Universidad Estatal de Oregon, quien también ha explorado esta teoría, confirma que los perros gruñones tienden a ser más inteligentes, como se ha observado en tareas como el pastoreo o la guarda.
Así que, la próxima vez que tu perro gruñón te haga fruncir el ceño, recuerda que detrás de esa actitud puede haber una mente aguda y con un potencial impresionante.
