Un reciente estudio realizado por investigadores españoles ha revelado que los hornos de microondas, presentes en la mayoría de los hogares, cocinas modernas y laboratorios, pueden albergar bacterias similares a las encontradas en otras superficies de la cocina. Sorprendentemente, algunos de estos electrodomésticos contienen microorganismos patógenos capaces de soportar la radiación de microondas, altas temperaturas y la desecación.
Bacterias detectadas en los hornos de microondas
Los científicos analizaron 30 microondas diferentes: 10 de uso doméstico, 10 compartidos y 10 utilizados en laboratorios. Los resultados mostraron un total de 101 aislamientos microbianos, con cepas pertenecientes a géneros como Bacillus, Micrococcus, Staphylococcus, Brachybacterium, Paracoccus y Priestia en todos los tipos de microondas.
En los microondas domésticos, también se identificaron bacterias como Acinetobacter, Bhargavaea, Brevibacterium, Brevundimonas, Dermacoccus, Klebsiella, Pantoea, Pseudoxanthomonas y Rhizobium. Mientras que en los microondas compartidos se encontraron patógenos adicionales como Arthrobacter, Enterobacter, Janibacter, Methylobacterium y Nocardioides, entre otros.
En los microondas de laboratorio, se detectó una cepa adicional del género Nonomuraea. Además, se descubrió que tanto los microondas domésticos como los compartidos presentaban cepas de los géneros Bacillus, Curtobacterium, Prolinoborus, Pseudomonas y Staphylococcus. Por otro lado, en los hornos compartidos y de laboratorio se encontraron cepas de Kocuria y Moraxella.
¿De dónde provienen estas bacterias?
Muchas de las cepas aisladas pertenecen a géneros típicamente comensales y antrópicos, es decir, relacionados con el cuerpo humano. Por ejemplo, Bacillus, Micrococcus y Staphylococcus están comúnmente asociados con la piel humana y se encuentran en dispositivos de uso frecuente, como los botones de un elevador. Sin embargo, también se detectaron géneros potencialmente patógenos para los humanos, como Klebsiella y Brevundimonas, que se pueden encontrar en superficies mucosas del microbioma humano.
¿Cómo sobreviven estas bacterias a la radiación de microondas?
A pesar de que la irradiación por microondas se utiliza para reducir la presencia de microorganismos en los alimentos, algunas cepas bacterianas demostraron ser resistentes a estas condiciones extremas. Los investigadores encontraron que estas bacterias resistentes solo estaban presentes en los hornos de laboratorio, utilizados para la experimentación y no para la preparación de alimentos.
Este descubrimiento sugiere la necesidad de más investigaciones para comprender cómo ciertas bacterias pueden sobrevivir a las condiciones generadas por un microondas en funcionamiento.
La importancia de la higiene en el hogar
Los expertos subrayan la importancia de mantener una limpieza regular en los microondas y otras superficies domésticas. La higiene adecuada y el uso de desinfectantes apropiados son clave para prevenir la propagación de patógenos en el hogar, mitigando así los posibles riesgos para la salud. La presencia de estas bacterias en microondas refuerza la necesidad de prácticas de limpieza adecuadas para proteger la salud de los usuarios.
Este estudio pone en evidencia que, aunque los microondas son una herramienta esencial en la cocina moderna, no están exentos de riesgos, y la higiene sigue siendo la primera línea de defensa contra posibles infecciones.
