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Nacional.- La península de Baja California, una gran extensión de tierra que se adentra en el Pacífico, es una región sísmicamente activa, debido a su constante desplazamiento hacia el noroeste. Según un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sismos de magnitud superior a 7 grados (º) en la escala de Richter ocurren en esta área cada 15 años, lo que subraya la relevancia de su actividad geológica.
Este desplazamiento de entre cuatro y cinco centímetros (cm) anuales está vinculado a la tectónica de placas y la falla del Golfo de California, un sistema que ha estado activo durante 6 millones de años. Aunque muchos sismos en la región son de baja magnitud, la acumulación de tensión en la falla puede generar terremotos importantes, como los registrados históricamente.
Además, la falla de San Andrés, que recorre California, es una de las más peligrosas, especialmente en su sección sur, que no ha producido un gran sismo en casi 300 años. La acumulación de tensión podría desencadenar un evento devastador en el futuro cercano, afectando gravemente a ciudades como Los Ángeles.
Los científicos insisten en la necesidad de sistemas de alerta temprana y en la preparación ante un posible desastre, dado que la región, aunque parece estable, es un lugar de constante cambio geológico.