AGENCIA
EEUU.- La próxima toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, programada para el 20 de enero, ha desatado preocupación entre los estudiantes internacionales inscritos en universidades del país. Instituciones educativas, como Cornell, la Universidad del Sur de California (USC) y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), han emitido directrices urgentes para que sus alumnos regresen antes de esa fecha, ante el temor de posibles restricciones migratorias.
Durante su primer mandato, Trump implementó políticas como la prohibición de viaje que dejó a numerosos estudiantes varados fuera del país. Ahora, según CNN, existe el riesgo de que estas medidas sean ampliadas, afectando a países previamente incluidos, como Irán, Libia y Siria, además de posibles nuevos añadidos, como India y China.
Cornell recomendó a sus estudiantes internacionales regresar antes del inicio del semestre de primavera el 21 de enero, mientras que la USC, que alberga a más de 17 mil estudiantes extranjeros, aconsejó regresar al menos una semana antes. Otras universidades, como Harvard y UCLA, han emitido comunicados similares, reafirmando su compromiso de proteger la información migratoria de sus alumnos y de no colaborar con autoridades sin órdenes judiciales.
Entre las iniciativas de Trump está la reinstauración y ampliación de la prohibición de viaje a países predominantemente musulmanes, así como la implementación de “filtros ideológicos estrictos” para excluir a personas consideradas “radicales” o “enemigas de América”. Aunque el presidente electo ha prometido otorgar tarjetas de residencia permanente a graduados destacados, estas propuestas han sido criticadas por su falta de claridad y el temor a discriminación.
Estudiantes como Pramath Pratap Misra, graduado de NYU, describen el clima como “aterrador”, mientras que Gabrielle Balreira, también de NYU, expresó su preocupación por las “evaluaciones ideológicas” que podrían aplicarse. El temor a deportaciones, restricciones y presencia de agentes de ICE en protestas estudiantiles ha intensificado la incertidumbre en las comunidades universitarias.
Las instituciones buscan minimizar el impacto de las políticas migratorias, pero la preocupación por el futuro de miles de estudiantes internacionales persiste mientras se aproxima el cambio de administración.