Córdoba.- Un delincuente intentó aprovechar la buena fe y disposición de la gente, para usurpar telefónicamente la identidad del padre Julián Verónica, y a nombre de la Iglesia católica estafar con lo que “la buena voluntad” quisiera aportar para apoyar a un indigente.
El auténtico sacerdote, Julián Verónica, conocido por su trabajo pastoral de apoyo a inmigrantes desde su parroquia en Paraje Nuevo, rechazó cualquier solicitud de dinero y descalificó a cualquier persona que pida dinero a su nombre y menos por teléfono.
Aprovechando el anonimato que le otorgaba el teléfono, el estafador trató de envolver a la gente y su buena disposición para “cooperar” con lo que fuera la voluntad de la gente, y se pudiera comprar un boleto de autobús para un supuesto indigente que llegó de Chihuahua a buscar a unos hermanos que vivían en Córdoba, pero fueron separados desde niños por haber sido adoptados por familias distintas.
Pero, -dijo el ratero estafador- al hombre que llegó de Chihuahua, lo asaltaron cuando llegó a Córdoba y no tuvo más remedio que acudir a la bondad de la iglesia para que lo apoyaran con el costo de su pasaje.
El estafador involucró al DIF municipal, a la alcaldesa Lety López, a la Diócesis de Córdoba enviando saludos del Obispo a los buenos samaritanos que trataba de estafar.