Agencias
EU.- Estados Unidos ha intensificado su ofensiva diplomática ante el temor de que Israel expanda la guerra al Líbano, tras la muerte del número dos de Hamás, Salah Al Arouri, en un ataque en Beirut atribuido al Estado judío. La tensión en Oriente Medio se encuentra en su punto más álgido, con la guerra entre Israel y Hamás en su cuarto mes, y el riesgo de que el conflicto se extienda por la región. Hezbolá, la milicia chií libanesa, ha prometido “venganza”, lanzando más de 62 misiles contra una base militar israelí en respuesta a la muerte de Al Arouri.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se encuentra de gira por Oriente Medio en un esfuerzo por desescalar la tensión. Se teme que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, busque expandir la guerra al Líbano. Altos cargos del Gobierno estadounidense indican que hay indicios de que Netanyahu podría estar dispuesto a extender el conflicto para alargar su vida política y evitar investigaciones sobre el fallo de seguridad del 7 de octubre. Un informe de inteligencia estadounidense sugiere que las Fuerzas de Defensa de Israel no tendrían éxito en un enfrentamiento con Hezbolá, ya que no podrían luchar en dos frentes simultáneos.
El exministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ha destacado la necesidad de una solución urgente para permitir que los ciudadanos del norte de Israel regresen a sus hogares. Israel está interesado en una solución diplomática, pero, de no encontrarla, las Fuerzas de Defensa de Israel eliminarán la amenaza. Estados Unidos y la Unión Europea buscan evitar que el conflicto se expanda a una escala regional. Blinken tiene una tarea crucial al intentar persuadir a Netanyahu de que no extienda la guerra durante su visita a Israel. El alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, también ha subrayado la necesidad de evitar que el Líbano se vea arrastrado a un conflicto regional.