La cocina de terror de la tamalera de Indios Verdes la convirtió en una leyenda mexicana que surgió de las páginas más sórdidas de la nota roja en su época.
¿Te imaginas haber comprado durante años tamales hechos de carne humana? Los asiduos clientes de Anabel Gómez López no podían creerlo cuando se encontraron con la verdad en el recorte de un periódico, en la sección más escalofriante de la prensa.
Anabel Gómez López, conocida como la tamalera de Indios Verdes, era una vendedora de tamales que operaba a las afueras de la estación del metro del mismo nombre. Con un flujo constante de clientes diarios, su negocio prosperó rápidamente. Sin embargo, lo que muchos desconocían era la macabra fuente de su éxito.
La historia se remonta a un día de necesidad extrema, cuando Anabel se encontró con una niña perdida en la calle. En lugar de buscar ayuda, la llevó a su hogar y la asesinó para usar su carne como relleno en sus tamales. La perversa estratagema funcionó: sus tamales fueron elogiados y su clientela aumentó.
Pero la tragedia no tardaría en alcanzarla. En 2017, una fuga de gas en su departamento atrajo la atención de los vecinos y, posteriormente, de las autoridades. Al ingresar a la vivienda, descubrieron no solo el olor a gas, sino también el nauseabundo aroma de la carne podrida.
Anabel Gómez fue detenida por agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. Confesó haber asesinado a más de 50 mujeres para vender sus tamales y ahorrar unos cuantos pesos. Fue condenada a 25 años de prisión por homicidio y daños contra la salud pública.
La leyenda de la tamalera de Indios Verdes persiste en la memoria colectiva de los habitantes de la Ciudad de México. ¿Recuerdas esta escalofriante historia?