•El camaleón rojo
•“EL PRI me dignificó’’
•El diputado “Peperra”
I
El ciudadano mira la foto del desfile obrero. En Xalapa. En un frente común, la presidente del CDE del PRI. A su lado, la Barbie Corintia Cruz Oregón. En el otro ladito, el priista de todos los tiempos, José Ramón Gutiérrez, alias “El Peperra”, el mismo que cuando fuera alcalde panista instalara un ring en el zócalo para que boxearan sus estrellas.
Toda su vida fue (y es, sin duda) panista. Como militante del PAN alcanzó cargos públicos. Tesorero municipal. Alcalde. Impuso a su esposa de diputada local en el alemanismo.
Soñó, entonces, con la diputación local por la vía pluri, tiempo aquel cuando adoraba a Miguel Ángel Yunes Linares y a su lado se creía y sentía realizado. Privilegiado.
Pero como, según él, Yunes Linares le quitó la curul, entonces se irritó y emberrinchado y caprichudo como es, desertó del PAN y cobijó en las redes del poder priista.
Ahora, en el desfile obrero desfila con una camisa color rojo mexicano. Color encendido como su corazón afiebrado por el partido oficial.
¿Cómo, de qué manera puede un hombre quitarse el ropaje ideológico, político, social, ético, moral de un partido y de pronto, zas, mudar en priista fogoso, de igual manera como cuando aquella mañana Gregorio Samsa despertó y se miró convertido en un insecto según el cuento de Kafka?
¡Kakfiana, pues, la transformación política de “El peperra”!
II
Un día, “El peperra” dijo frente a una taza de café: “Hoy soy el político más feliz de mi vida. Antes, en el PAN, nadie me tomaba en cuenta. Ahora, en el PRI, me respetan como diputado. Me consideran. Me piden un punto de vista. Me encargan comisiones”.
Es más, se ufana de que el jefe máximo lo haya citado en palacio para invitarlo a que fuera presidente de la Comisión de Seguridad en la LXIII Legislatura, luego de que por bendición superior del dedazo fuera nombrado candidato a diputado pluri.
Recuerda: “¡Quedé sorprendido! Incluso, el jefe máximo me dijo: ¡Ayúdame como presidente de la Comisión de Seguridad. Bermúdez es un buen policía. Pero sin ningún sentido político”.
Y “El peperra”, aceptó.
Por eso fue sincero cuando declaró a la prensa: “Como diputado estoy para defender a mi secretario de Seguridad Pública”.
Lea y relea el lector: ‘’mi secretario’’, dijo ‘’El Peperra’’ refiriéndose al coronel Arturo Bermúdez.
III
Fue, pues, revelador su espacio en el desfile obrero. La comitiva del CDE del PRI con el equipo en la fachada, en primera fila. Y entre ellos, José Ramón Gutiérrez, aquel que fuera socio (¿todavía es?) de Mauricio Audirac, extitular del ORFIS y Contralor, en un despacho contable.
El politólogo Carlos Ronzón Verónica lo dice así: “Hay políticos vomitivos. Y ‘El peperra’ es uno de ellos”.
En ninguna entidad federativa del país gobiernan y ejercen el poder con tantos panistas en la elite priista.
Todos, con la misma característica: pelearon con Yunes Linares, y como en el priismo creen, están seguros, que así quitarán votos al PAN para la elección de diputados federales en el 2015 y de gobernador en el 2016… los han tentado con un cargo público, con súper honorarios y viáticos y prebendas.
IV
Camaleónico, indigno de sí mismo, incongruente con su dignidad, “El peperra” se ha convertido en una criada priista con un solo objetivo: según las versiones está soñando, primero, con la diputación federal pluri por el lado tricolor el año entrante.
Y/o de lo contrario, con la candidatura priista a la presidencia municipal de Veracruz para el año 2017.
Por eso se disfrazó de priista y fue al desfile obrero, donde el bufón Alfredo Ferrari Saavedra se la pasó tomando fotos a su presidenta, Elizabeth Morales García, para quedar bien, y con gritos desaforados aclamando al gobernador a su paso por el estrado.
José Ramón Gutiérrez también aplaudió a rabiar al jefe máximo.