México.– Según el Índice de Competitividad Internacional 2015, en un año, México sólo logró avanzar una posición. Las razones: problemas en el sistema de Estado de Derecho y la corrupción, que se ha convertido en el enemigo público número uno y en un lastre para el crecimiento y desarrollo del país, de acuerdo con investigadores del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En ese panorama y a un año de que se publicaran los reportajes de la llamada casa blanca de la familia presidencial y posteriormente el de la casa en Malinalco del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, los analistas sostuvieron que estos casos son ejemplos de presunta corrupción en las más altas esferas de la estructura gubernamental que no permite su combate.
Juan Pardinas Carpizo, director general del IMCO, observa dos diferentes administraciones en los primeros tres años de Enrique Peña Nieto en la Presidencia. Una marcada por la actitud de liderazgo y toma de decisiones, pero que terminó en septiembre de 2014, a partir de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el tema de la casa blanca y la casa de Malinalco.
“Ahí inició otra administración del presidente Peña Nieto, marcada por la imposibilidad de resolver los problemas que se le presentaban (…), La siguiente administración es incluso difícil explicar, que sea el mismo equipo de seres humanos los que hayan gobernado de 2013 a otoño de 2014 y de esa fecha hasta el día de hoy”, comentó.
Para María Amparo Casar Pérez, directora de Anticorrupción del IMCO, en materia de combate a la corrupción no hay buenas noticias, pues trae consecuencias inmediatas como el débil desarrollo económico, la disminución en la productividad y la inhibición de la inversión.