Río Blanco.- El canal Virita se convirtió en un grave foco de infección, y además, en un problema de inseguridad, al ser el sitio donde migrantes centroamericanos pernoctan y hacen sus necesidades fisiológicas.
Habitantes de las colonias circundantes con el canal pidieron al Ayuntamiento gestionar de nueva cuenta la limpieza del lugar, así como vigilancia policiaca en este periodo decembrino, pues aseguraron que la inseguridad se ha ido al alza.
“El otro día unos migrantes asaltaron a un joven, no quiso denunciar para evitarse problemas, pues sólo le quitaron 200 pesos y un teléfono celular, además de su billetera con identificaciones”, mencionó una de las vecinas.
Expresaron que aunado a la inseguridad que genera el paso de indocumentados, en la zona cercana al Hospital Regional de Río Blanco, han sido encontradas jeringas y gasas de curación ensangrentadas, sin saber si estas son material arrojado por los vecinos o por personal del nosocomio.
“Ya acudimos al Ayuntamiento, pero ahí nos dicen que no es responsabilidad suya sino de los dueños de la fábrica, toda vez que es una propiedad privada”, denunció un ama de casa.
Al cuestionar en la Dirección de Comunicación Social sobre quién o qué instancia es la encargada de la limpieza del canal, las autoridades confirmaron que efectivamente son los dueños de la ex textilera.
De hecho, personal del área de Salud mencionó que el 14 de diciembre del año pasado se hizo un exhorto a los dueños de la fábrica para que realizaran la limpieza del canal que cruza por lo menos cuatro colonias, situación que atendieron, pero luego volvieron a descuidarlo.
NoÈ Carrillo
El Buen Tono