Miguel Ángel C. Mauss
El Buen Tono
Amatlán.- La inflación golpea severamente los bolsillos de las personas que van al día, como el caso de los cortadores de caña, quienes difícilmente podrán pensar en tener una cena digna hoy, como la de otros hogares, donde los sueldos son superiores o mejores.
El pavo o la pierna están muy lejos de sus mesas, ya que su sueldo, en promedio de tres mil pesos a la quincena, no da para darse esos lujos, al existir otras necesidades, como la comida, calzado y ropa.
Cada zafra, a la entidad se moviliza más de 14 mil campesinos de la región y de estados como Puebla y Oaxaca, para llevar un poco de sustento a sus hogares, aunque sea por seis meses.
“Nosotros no podemos darnos esos lujos, si acaso un pollito relleno y ya. Ahora hasta hacer el ponche sale caro, no da para tener una cena digna”, comenta Carlos Pérez, mientras corta la caña.
Una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), reveló que el 92.5 por ciento de los mexicanos acostumbra preparar cena de Navidad en su casa y el platillo preferido para festejar es el pavo, seguido de la pierna.
En cuanto al gasto, el estudio reveló que 39.2 por ciento de los mexicanos destinan al festejo entre mil y cinco mil pesos; 9.8 por ciento gastan de mil a mil 500 pesos; 5.4 por ciento de mil 600 a 2 mil pesos; y 1.4 por ciento asisten como invitados y no invierten recursos.
En general, un pavo relleno tiene un costo de entre 800 a mil 200 pesos con un peso aproximado de 5.5 kilogramos, aunque esto también depende del lugar donde se adquiera.
En el caso del pavo sin relleno el costo va desde los 110 a 230 pesos el kilogramo. Los ingredientes más utilizados para la elaboración del relleno son las aceitunas, la carne molida, pasas, nuez, piñón, tocino y jamón.
