Córdoba.- El conflicto entre la familia Aíza y miembros del Patronato de Bomberos, es una bomba de tiempo que mantiene al Heroico Cuerpo de Bomberos en jaque y funcionando de milagro, pues la fuga de recursos no permite que se subsanen las necesidades básicas de la institución.
Y es que en el primer trimestre del 2015 el Buen Tono desenmascaró el robo descarado de agua por parte de una de las hijas del mayor Abraham Aíza, quien vendía a particulares el líquido que era extraído de las tomas de la estación de Bomberos.
Esto se traduce en un gasto excesivo para el erario público, ya que el pago del recibo lo hace el Ayuntamiento, siendo un negocio redondo donde la familia Aíza se ve beneficiada, pues cada pipa la cobran en alrededor de 400 pesos, generando al menos 10 mil pesos diarios por este concepto.
De este ingreso, se debería dar un 30 por ciento al Cuerpo de Bomberos, sin embargo, esto no sucede. Actualmente, se lleva a cabo la Colecta 2015, donde jóvenes voluntarios piden a los ciudadanos su cooperación para el pago de aguinaldos de los 53 tragahumo que prestan sus servicios en la Corporación, sin embargo, esta recaudación se ha visto ensombrecida por el rumor de malos manejos y “ordeña” de las alcancías, lo cual fue denunciado por Abraham Aíza Debernardi, tesorero del Patronato de la institución, quien sin embargo, durante todos los años anteriores, en los que también estuvo involucrado en la institución, nunca notó ni mucho menos denunció nada.
Según versiones del presidente del Patronato, hasta el momento la recaudación llega a los 250 mil pesos, los cuales han sido contados en presencia de bomberos e integrantes del comité, sin embargo, con los antecedentes ya no se tiene la certeza de que esto suceda.
No obstante, se espera que en los próximos días se realice una reunión para dar a conocer el balance total de la recaudación en total transparencia, lo que es un hecho es que la incógnita quedará a pesar de las promesas de claridad, las diferencias entre la familia y los miembros del Patronato dejan la puerta abierta a suspicacias sobre el verdadero destino de los ingresos.
Sin lugar a dudas, lo que necesita esta heroica corporación es un cambio radical en quienes lo manejan, porque si sus recursos continúan en manos de personas que la ven como “caja chica”, esta corporación tarde o temprano se irá a pique.