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Internacional.- Irán se encuentra en una encrucijada estratégica mientras busca una forma de responder al reciente asesinato de un importante líder de Hamas en Teherán, sin desencadenar una guerra regional que podría involucrar a Estados Unidos y desestabilizar Oriente Medio. Este dilema está retrasando un ataque que, hasta hace unos días, se consideraba inminente.
Dina Esfandiary, asesora principal sobre Oriente Medio del International Crisis Group, señaló: “Irán está entre la espada y la pared. Querrá tomar represalias lo suficientemente significativas como para disuadir a Israel de aumentar la espiral de escalada, pero no querrá hacer nada que provoque una guerra regional que arrastre a Estados Unidos”.
La República Islámica ha manifestado su intención de castigar a Israel por la muerte de Ismail Haniyeh, líder de Hamas, pero se encuentra en busca de una respuesta que evite una guerra generalizada. Irán ha subrayado la importancia de restablecer la “disuasión” frente a su archienemigo, aunque Israel no ha confirmado ni negado su responsabilidad en el asesinato.
Las opciones de Irán para responder incluyen ataques limitados a instalaciones militares, similares al ataque con cohetes y drones de abril, que causó daños mínimos gracias a la intervención de la fuerza aérea israelí y apoyo internacional. Otra alternativa sería utilizar su red de agentes armados, como las milicias en Irak, Hezbollah en el Líbano y los hutíes en Yemen, para lanzar misiles y drones contra Israel, con el objetivo de superar sus capacidades de defensa aérea y perturbar su infraestructura.
Burcu Ozcelik, investigador principal del Royal United Services Institute, destacó que “el ataque podría tener lugar a lo largo de varios días” y buscaría “perturbar la infraestructura militar y, potencialmente, civil” de Israel.
El asesinato de Haniyeh en una casa de huéspedes del gobierno en Teherán ha causado conmoción en Irán, y el periódico conservador Kayhan ha afirmado que “la República Islámica y su Eje de Resistencia no tienen líneas rojas cuando se trata de castigar” a Israel.
La tensión ha llevado a Estados Unidos a enviar más aviones de combate, buques de guerra y misiles a la región. Además, se ha intensificado la actividad diplomática, con esfuerzos de los líderes del Grupo de los Siete y Qatar para moderar la respuesta iraní. El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania también ha realizado una rara visita a Teherán en busca de una solución diplomática.
El 7 de octubre, Hamás invadió Israel desde Gaza, matando a unas 1,200 personas y tomando a otras 250 como rehenes, cambiando radicalmente la geopolítica de Oriente Medio. La respuesta de Irán y la respuesta internacional continuarán siendo cruciales para determinar la estabilidad de la región.
