Juan José Enríquez
El Buen Tono
Orizaba.- Para que los pobladores de la zona de Tlachichuca, en el estado de Puebla, no se roben los sismómetros que se instalarán en la periferia del volcán Pico de Orizaba, se tendrán que enterrar, para evitar que los descubran.
Se aprovechará que hay nichos religiosos donde podrían ocultarse y protegerlos, dio a conocer la vulcanóloga Katrin Sieron.
“Nos han funcionado las casetas que construimos, los hemos puesto en nichos religiosos que también dan resultado y algunos se entierran, aunque el riesgo siempre va a existir, por lo que es importante que las personas entienda que es para su protección, que no vale mucho y por eso nos esforzamos para mantenerlos protegidos”, expresó.
Mencionó que los equipos se habrán de instalar en la periferia del volcán, pues antes sólo se tenía tres en la Cara Norte y ahora no sólo serán dos, sino que completarán un monitoreo alrededor de la montaña.
Añadió que tienen otras estrategias, como es la divulgación entre los pobladores para hacerles saber que esos aparatos no tienen un valor en el mercado, “aunque nos cueste adquirirlos e instalarlos”.
Sobre la llegada de los aparatos, dijo que se cumplió la primera fase que fue la adquisición de los instrumentos y posiblemente a inicios del próximo año empiecen a llegar y después seguirá la fase más complicada, que es la de colocarlos, probarlos y la cuestión de resolver el tema de la telemetría de cómo llegaran los datos del Pico de Orizaba al puesto de control del observatorio que tienen.