Orizaba.- De cada 10 familias, cinco son las que abandonan a sus familiares en su lucha contra la diabetes mellitus, considero José Luis Espíndola Soler, especialista en autoestima del enfermo diabético.
La familia debe ser un pilar importante para el apoyo del paciente con diabetes, explicó: “una falta o insuficiente apoyo del núcleo más cercano puede favorecer el descontrol metabólico, limitando u obstruyendo el adecuado control y tratamiento de la enfermedad”.
El especialista detalló que la familia y el diabético deben tener una estrecha comunicación y manifestó que cuando a una persona de la familia que se le diagnostique una enfermedad crónica no repercute de igual manera a todos sus miembros, ya que son muchas las variantes que entran en juego en el asunto.
Para detonar un desarrollo potencial de la enfermedad, influyen factores como la actitud que muestra la persona, la cercanía afectiva con quien tiene diabetes, el grado de compromiso adquirido en la relación, las características individuales de la persona que tiene diabetes y la forma en que el individuo con el padecimiento es tratado por los miembros de su familia en general.
Admitió que muchos pacientes, por lo menos 3 de cada 10 pierden diversos miembros a causa de la depresión en la que caen y se dejan vencer por la enfermedad, convirtiéndose en una carga para la familia, que al final termina en un desenlace fatal de los pacientes.
Espíndola Soler, explicó que las relaciones afectivas, la compresión y el cariño mostrado a los enfermos con tales males, puede aportar una mejoría a la enfermedad y en muchos casos, pueden llegar a vivir de forma estable y culminar con una muerte normal, producto de la calidad de vida que la familia le aporte al enfermo diabético en su período de existencia.