A casi un año de su desaparición, la joven Ariadna Guadalupe Cortés Hernández, de 32 años, ha sido localizada sin vida en el municipio de Río Blanco, Veracruz. Las autoridades veracruzanas confirmaron este trágico hallazgo el martes 7 de enero de 2025. La noticia fue compartida por la Fiscalía General de Justicia del Estado a través del Protocolo Alba, quien actualizó la ficha de búsqueda con la leyenda “localizada” y un moño negro, acompañada de un mensaje de agradecimiento por la colaboración ciudadana.
La desaparición de Ariadna, quien fue reportada el 2 de febrero de 2024, generó una ola de indignación y movilización social. Desde el momento de su desaparición, colectivos y usuarios de redes sociales se unieron para difundir su imagen y pedir justicia con el lema “te estamos buscando Ari”.
¿Quién era Ariadna Guadalupe?
Ariadna Guadalupe Cortés Hernández, conocida cariñosamente como “Ari”, nació el 2 de junio de 1993 en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México. A pesar de su origen en la CDMX, Ariadna se mudó a Veracruz, donde tenía un futuro prometedor como Licenciada en Mercadotecnia. La noticia de su desaparición causó conmoción en su familia, amigos y la comunidad, que no cesaron en su lucha por encontrarla.
La desaparición: el último día de Ariadna
El 2 de febrero de 2024, Ariadna fue víctima de un secuestro en su hogar en la colonia Benito Juárez, en Río Blanco, Veracruz. Según su pareja sentimental, Alina Reyes, ella llegó a la vivienda después de un entrenamiento físico y vio un automóvil rojo salir del lugar. Al entrar, notó la ausencia de Ariadna y que varios objetos de valor habían sido robados.
Con un corazón lleno de esperanza, Alina Reyes expresó en medios de comunicación su angustia por la desaparición de su pareja: “Ari, si nos estás viendo, solamente aguanta, espéranos, por favor, aguanta, resiste. Sé que humanamente vas a hacer todo lo posible por seguir con nosotros y nosotros estamos haciendo todo lo humanamente posible para que así sea”.
La búsqueda incansable
Durante todos estos meses de incertidumbre, familiares, amigos y colectivos sociales mantuvieron viva la esperanza de que Ariadna fuera encontrada sana y salva. El esfuerzo por visibilizar su caso en redes sociales y medios de comunicación fue una muestra del amor y la solidaridad que rodearon la tragedia. La noticia de su fallecimiento deja un vacío en sus seres queridos y un sentimiento de impotencia por la violencia que aún acecha a muchas mujeres en el país.
El caso de Ariadna Guadalupe Cortés Hernández sigue siendo un recordatorio de la necesidad urgente de justicia y protección para todas las personas desaparecidas, así como de la lucha constante contra la violencia y la impunidad.