Los restos de un niño que fue sepultado hace más de mil 500 años con una piedra en la boca, para impedir que se convirtiera en “vampiro”, fueron encontrados por un equipo de arqueólogos en un cementerio en la localidad italiana de Lugano, en la central región de Umbria.
“No he visto nada igual, es extremadamente inquietantes y extraño”, declaró a la revista Live Science el arqueólogo David Soren, de la Universidad de Arizona, que dirige excavaciones en la zona desde hace más de 30 años.
Explicó que se trata del esqueleto de un menor de unos 10 años de edad al momento de su muerte, cuyo sexo no ha sido todavía determinado y que ya es conocido como “el vampiro de Lugano”.
Dijo que el menor habría muerto de una epidemia de malaria que azotó la zona en torno al siglo V de nuestra era y enterrado de manera ritual para impedir que retornara a la vida y difundiera la enfermedad.
Durante las excavaciones en el cementerio de niños en Lugano fueron encontrados, a lado de los huesos de menores, restos de cuervos, sapos, además de ollas de bronce con cenizas de cachorros de animales que habrían sido sacrificados.